domingo, 22 de enero de 2012

Introducción



En este blog intentaremos dar un respuesta a por qué Hamlet es una obra inmortal. A través de el significado de la obra, tragedia, venganza, odio, amor, locura, pasión, etc. En sus respectivas adaptaciones posteriores en el mundo del arte. Así también como las influencias del propio Shakespeare. Analizando y comparando varias obras derivadas de Hamlet, como pueden ser del mundo literario, pictórico o del cine, así como obras filosóficas, los antecedentes en los que se basó el propio Shakespeare llegaremos a nuestro objetivo definitivo que es dar a entender la inmortalidad de la obra.

Índice

1-            Introducción.
2-            Contexto histórico y literario de Shakespeare (Denis Filipov).
3-            Tom Stoppard: Rosencrantz y Guildenstern no están muertos (Samuel del Valle Gómez).
4-            Obras literarias, leyendas y mitos que influyeron a Shakespeare en la creación de Hamlet. (Jordi Fairhurst)
5-            Adaptaciones cinematográficas de Hamlet (Luciano Digirolamo).
6-            Hamlet y el arte (Marina Cervilla).
7-            Hamlet y el psicoanálisis (Joan Fornés).
8-            Dicotomías filosóficas en Hamlet (Bozhidar Filipov).
9-            Conclusión.

Miembros del grupo

Denis Filipov
Bozhidar Filipov
Luciano Digirolamo
Marina Cervilla
Samuel del Valle
Jordi Fairhurst
Joan Fornés

Contexto histórico de William Shakespeare. Denis Dilianov Filipov

Para entender del todo la obra de un autor debemos situarnos en su contexto histórico y también cultural, ya que sin esto estaríamos dejando pasar detalles que nos serían útiles para una mayor comprensión. Gracias al período en el que vivió Shakespeare pudo desarrollar al máximo su talento. A continuación veremos algunos detalles.
A lo que movimientos literarios se refiere, podemos situar a Shakespeare a finales del Renacimiento y a principios del Barroco. Pero también hay que destacar que el Renacimiento no había alcanzado más que las cortes inglesas en aquellos tiempos. Al abandonar la Edad Media, Europa dio un gran salto intelectual, en gran parte gracias al Renacimiento, que era el retorno a la cultura clásica. Pero la aparición de los movimientos reformistas de la Iglesia fue un acontecimiento que provocó que las guerras siguieran muy presentes en dicho continente.

Inglaterra, el país de origen de William Shakespeare estuvo muy presente en el tema de la rebelión de los Países Bajos, ya que al tratarse de dos países de religión protestante se podían ayudar mutuamente a luchar contra el catolicismo. En parte, la ayuda recibida de Inglaterra por lo Países Bajos provoca el descontento de Felipe II- rey de España y de los Países Bajos-. A finales del siglo XVI Isabel II, reina de Inglaterra, se vuelve la única oposición de la hegemonía del monarca español.
Uno de los primeros desencuentros entre España e Inglaterra fueron las acciones corsarias de Francis Drake en América-territorio español en aquellos tiempos-. Al ser el continente americano el principal sustento del reinado de Felipe II, y al verse amenazado por el corsario inglés, tuvo que tomar medidas, y las relaciones entre Inglaterra y España cada vez eran peores, hasta tal punto que se declaró una guerra entre el 1585 y el 1646. En esta guerra Felipe II envió a la Armada Invencible (una flota de barcos que hasta el momento no había perdido ninguna batalla) a Inglaterra con la intención de acabar con el reinado de Isabel II. Aunque dicha Armada falló estrepitosamente su cometido y dejó el dominio español en duda.
En cuanto a la vida de Shakespeare, nació en 1564 en Stradford-upon-Avon y se casó a los 18 años con Aune Hathaway. A finales del siglo XVI se traslada a Londres, donde trabaja como actor y autor de teatro, pero no es hasta el 1601 cuando escribe sus grandes obras maestras (como Hamlet). En 1610 vuelve a la ciudad de su infancia, donde fallece dieciséis años más tarde.
Shakespeare entra en el período del teatro isabelino, que dura durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558-1603). Este teatro es la unión entre los valores populares y renacentistas. Gracias a la etapa que ocupó esta reina, Inglaterra pudo entrar en la Edad Moderna. Uno de los factores que favoreció esto último fue la revolución copernicana además de la derrota de Felipe II y su Armada Invencible a manos de Isabel. El reinado de Isabel I también dio lugar a la paz entre las casas de York y de Lancaster, que hasta el momento mantenían continuas disputas por el poder. De esta manera el país pudo prestar más atención al panorama exterior.

         En esta época hubo un interés creciente hacia Italia, lugar donde surgió el Renacimiento. Los intelectuales huidos de Constantinopla después de su caída (1453) consiguieron traerse consigo mismos antiguos manuscritos griegos y latinos, motivo por el cual surgió el interés mencionado anteriormente. Aunque en Italia dicho movimiento tocó a su fin a mediados del siglo XVI, en Inglaterra se mantuvo hasta principios del siglo XVII.
También cabe destacar que el teatro de aquél momento era de temática profundamente religioso y se practicaba en monasterios y conventos por un grupo de cómicos. Otro doto importante de la época es el surgimiento de grupos teatrales dentro de las casas de la aristocracia, ya que dichos grupos necesitaban de la protección de un señor, aunque con el paso del tiempo algunos pudieron llegar a independizarse.
Para acabar podemos decir que la filosofía jugó un papel fundamental durante esta época, por lo tanto también llegó a Shakespeare, cosa que podemos observar en su obra Hamlet. Las reflexiones filosóficas sobre el hombre es un tema muy común de su obra maestra.
Bibliografía
- GUERRA, María José (2002). “El teatro isabelino”, Webcindario: <www.mariajoseguerra.webcindario.com>. Consultado: 15/01/2012.
- One Kit Internet SL (2007). “El contexto histórico de Shakespeare: teatro isabelino”, Bloglibros: <www.bloglibros.com>. Consultado: 15/01/2012.
- RUIZA, Miguel (2004). “La edad de oro del teatro europeo”, Biografías y Vidas: <www.biografiasyvidas.com>. Consultado: 15/01/2012.

sábado, 21 de enero de 2012

Tom Stoppard: Rosencrantz y Guildenstern no están muertos. Samuel del Valle Gómez


La repercusión de Hamlet en todas las ramas del arte es todavía hoy, cuatrocientos años después de su aparición, un fenómeno inabarcable y con visos de continuidad. Hamlet resiste el avance del tiempo como un texto de actualidad imperecedera, y al paso de los años se mantiene la poderosa influencia que ejerce en todos los terrenos artísticos y en todos los movimientos que se suceden en torno a ellos. El espíritu de Hamlet perdura y, en ese sentido, Tom Stoppard, en su obra Rosencrantz y Guildenstern han muerto, es uno de los que lo recoge y lleva más lejos, adueñándose del argumento, y realizando una relaboración del texto desde una óptica distinta y creativa.


Rosencrantz y Guildenstern han muerto: relectura de Hamlet desde un nuevo punto de vista


La intervención de Rosencrantz y Guildenstern en la obra primigenia se reduce a dos episodios de la trama: por una parte, se les encomienda que intenten averiguar el porqué del estado de ánimo del príncipe Hamlet; y por otra, se les encarga que lo acompañen a Inglaterra tras la muerte de Polonio. A partir estos dos personajes, Tom Stoppard reescribe Hamlet desde la visión de los mismos, concediéndoles por tanto el absoluto protagonismo de la historia; con lo cual, el relato empieza con su llamada al reino de Elsinor y acaba con su muerte en Inglaterra. A través de la nueva mirada de los dos personajes, Stoppard trasmuta la tragedia original de Shakespeare en una suerte de comedia, llena de diálogos ingeniosos, juegos de palabras y reflexiones enrevesadas.


En la obra, pues, nos encontramos con dos aspectos que se entremezclan y forman el sustrato final de la misma: por un lado, el texto fuente de Shakespeare, al que se debe totalmente puesto que sigue con exactitud la línea argumental sin trastocar nada de lo que allí está escrito; y por otro, los espacios y tiempos vacíos en lo que a las figuras de Rosencrantz y Guildenstern concierne, en donde Stoppard deja volar su imaginación, fabulando sobre los posibles diálogos y las posibles situaciones que viven mientras están fuera del punto de mira de Shakespeare.


Intertextualidad y Existencialismo

Dentro de la relectura de Hamlet que supone Rosencrantz y Guildenstern han muerto, hay dos aspectos que merece la pena destacar y que son de naturaleza distinta: uno es formal y otro es de contenido.

El aspecto formal es la intertextualidad, a la que ya aludíamos sin ponerle nombre al hablar de la reelaboración del texto fuente. La obra de Stoppard se basa en el texto fuente con toda fidelidad, es decir, no se trata solamente de una referencia argumental, sino que llega a incorporar textualmente algún fragmento de la original en el que aparecen los dos personajes, de manera que la referencia es en ese caso total y literaria.

Por otra parte, el tema del existencialismo es también importante ya que sitúa a la obra en el contexto del Teatro del absurdo en el que muchos críticos han querido englobar al autor británico. Siguiendo con el mismo tema, Miguel Teruel Pozas, en su ensayo Tom Stoppard: la escritura como parodia, apunta la importante significación de que Rosencrantz y Guildenstern se estén preguntando durante toda la obra sobre cuál es el nombre de cada uno. En su opinión, la idea tuvo que nacer de la frase del texto original en la que el rey se dirige a ellos con la construcción: “gracias, Rosencrantz y gentil Guildenstern” y a lo que la reina añade “gracias, Guildenstern y gentil Rosencrantz”. Esto pudo llevar a Tom Stoppard a plantearse el porqué de la aparente y despreocupada equivalencia entre Ronsecrantz y Guildenstern, lo que le condujo a cuestionarse la futilidad de esos personajes y a trasladarlo a la obra, entre otras maneras, intercambiándoles el nombre constantemente (1994, pp. 115-125). Son, por tanto, Rosencrantz y Guildenstern, dos personajes que viven atrapados en la obra de Tom Stoppard -que a su vez “es” la obra de Shakespeare- y que se preguntan durante todo el recorrido de la misma qué hacen ahí, cuál es su cometido e, incluso, como ya hemos señalado con anterioridad, quién es cada uno de ellos. No hay que olvidar que estas preguntas de los personajes relativas a la existencia se las hacen dentro de una existencia ficticia y como personajes literarios, es decir, filosofando sobre su condición de personajes. Esta reflexión sobre la ficción dentro de la propia ficción, nos lleva a otro punto importante dentro de la obra: la metaficción.


Metaficción

Dejando momentáneamente de lado a los personajes principales, hay un juego metaficcional dentro de la obra que merece la pena destacar y que, por otra parte, escapa de la lógica del texto. En el primer acto la partida de cómicos ensaya una actuación antes de aparecer ante el príncipe Hamlet. Esta actuación interpretada en forma de mimo, es la propia tragedia de Hamlet, y es gracias a ella que los personajes se enteran de su fatal destino: la muerte. Recapitulando: nos encontramos con que en la obra de Tom Stoppard, que es la obra dentro de la obra de Shakespeare, aparece una obra representada que no es otra que Hamlet, es decir, Rosencrantz y Guildenstesn han muerto está dentro de Hamlet, y a su vez dentro de ella aparece también Hamlet, lo que cierra un círculo incomprensible y sinsentido que de buen seguro divirtió mucho a Tom Stoppard.


Conclusión


Tom Stoppard parte del Hamlet de Shakespare y, a su vez, consigue generar un texto nuevo que, si bien no puede entenderse por completo sin el texto del que proviene, funciona como una obra original e independiente en cuanto a que sus planteamientos e ideas son otros. Es fácil imaginar que Tom Stoppard, gran admirador de toda la obra de Shakespeare, en algún momento de su vida debió preguntarse: ¿qué les ocurría a Rosencrantz y Guildenstern cuando la atención de la obra no recaía sobre ellos? Como no encontró la respuesta en el texto original, decidió buscarla en su imaginación. Al que le seduzca la posibilidad de conocer la solución a esta incógnita, en Rosencrantz y Guildenstern han muerto encontrará la versión de los hechos de la mano de Stoppard.


Bibliografía

- Stoppard, T. (1991), Rosencrantz and Guildenstern are dead. New York City: Grove Press

- Shakespeare, W. (2008). Hamlet (1ª ed.). Barcelona: Quaderns Crema, S.A. Societat Unipersonal.

- Teruel Pozas, M. (1994). Tom Stoppard: la escritura como parodia. Valencia: Universitat de València.


viernes, 20 de enero de 2012

Obras literarias, leyendas y mitos que influyeron a Shakespeare en la creación de Hamlet. Jordi Fairhurst

La obra de Hamlet de W.Shakespeare es una de las obras más conocidas mundialmente, igual que su autor y la importancia de ambos en el panorama de la literatura universal es gigantesca, pero que obras literarias i leyendas influenciaron a W.Shakespeare a la hora de escribir la obra de Hamlet?
Una de las primeras influencias que podemos encontrar proviene de una leyenda danesa y es la leyenda Amleth:
Rorik, rey de Jutalnd, casó a su hija, Gerutha, con su hombre favorito, Horwendil, que tendrán un hijo: Amleth. Feng, hermano de Horwendil, asesino a este por celos y se casó con su mujer, Gerutha, la madre de Amleth. Amleth ante esta situación actua como si estuviera loco, pero su cordura es sometida a prueba debido a las sospechas de su tío, Feng. Pero Amleth descubre el espia del rey y esto provoca que Feng envíe a Amleth a Inglaterra con 2 guardianes de Feng que llevaban una nota donde había una orden del rey y ponía que debían matar a Amleth, pero este descubre la carta y la modifica para que la orden de Feng sea que los guardianes deban ser matados y que Amleth se tenga que casar con la hija del rey. Después de realizar este cambio vuelve a Jutland y después de una gran celebración quema el palacio lleno de nobles borrachos y asesina a su tío Fenga, vengandose así de la muerte de su padre.

Esta leyenda la podemos encontrar en: La Historia Danesa (The Danish History) de Saxo Grammaticus(s.XII) y también en la obra Histoires Tragiques (1564-82), de François de Belleforest, que es una traducción, con modificaciones, de la anterior. La relación entre esta leyenda de Amleth y Hamlet son muchísimas, el argumento es casi idéntico (por ejemplo la venganza por parte de Amleth y Hamlet debido al asesinato de su padre por parte de su tio, o cuando ambos son enviados a Inglaterra porque el rey ve peligro en ellos, entre otras cosas) e incluso encontramos similitud en los nombres, como el de Amleth con el de Hamlet y el de Gerutha con el de Gertrudis. Muchos autores creen que Shakespeare conocía esta obra y extrajo elementos de ella, la base de la leyenda de Amleth es la base de la obra de Hamlet, pero esta última presenta una serie de modificaciones.
Volviendo a Saxo Grammaticus en Gesta Danorum encontramos dos historias que muchos autores consideran que influyo la creación de Hamlet. La primera es la anónima saga escandinava de Hrolf Kraki y la otra es la leyenda romana de Brutus.
En la saga de Hrolf Kraki encontramos un rey, que ha sido asesinado y tiene 2 hijos, Hroar y Helgi, que adoptan los nombres Ham y Hráni para poder esconderse, en vez de actuar como si estuvieran locos. En el caso de esta historia difiere un poco de Hamlet, sin embargo, la leyenda de Brutus comparte más puntos en común. Esta leyenda Lucius se cambia de nombre a Brutus (que quiere decir estúpido) y actúa como tal para poder pasar desapercibido y poder vengarse y matar al asesino de su familia: rey Tarquinus. Esta historia comparte más puntos en común con Hamlet con esta búsqueda de venganza y actuar de tal manera que pase desapercibido y poder llevarla a cabo. Estas dos historias las volvemos a encontrar traducidas por François de Belleforest en su obra Histories Tragiques, pero además de traducir las hizo más extensas e introdujo un poco de melancolía del héroe.
De la obra de Saxo no hay evidencia clara que Shakespeare haya extraído elementos, sin embargo, hay elementos de la obra de Belleforest que aparecen en Shakespeare pero no en Saxo. Pero Hamlet se diferencia en una serie de aspectos de las 2 obras enteriores: no tiene un narrador que conoce todo, hace que el público tena que extraer conclusiones, también se difrencia en que Hamlet transcurre durante una serie de semanas, en vez de durante años. En la versión de Belleforest’s se describe el plan de venganza de Hamlet, pero en la versión de Shakespeare no. Un último elemento que diferencia a Shakespeare de Saxo y François es que el situa la obra en Dinamarca en el siglo XV en vez de una ambiente pagano mediaval.
Pero la que se considera la fuente principal de Shakespeare a la hora de escribir de Hamlet es una obra perdida y se conoce como Ur-Hamlet. No se sab quien es el autor, pero se cree que fue Thomas Kyd o incuso Shakespeare. Shakespeare seguramente llegó a conocer esta obra por las representaciones que se hicieron en el 1589, y se cree que la obra contenía un fantasma. También se cree que la compañía en la que estaba Shakespeare, “Chamberlain’s Men”, compró y representó una versión de esta. Pero al no conservar ninguna copia escrita es imposible compara estilos y lenguaje y tampoco podemos conocer el autor de forma segura y tampoco podemos asegurar que fue una influencia de Hamlet.

Aunque no sepamos si Thomas Kyd fue el autor de Ur-Hamlet, sabemos que fue el autor de La tragedia española (The Spanish Tragedy) escrita entre el 1582 y 1592, una obra isabelina que fue muy popular en su época. Esta obra creó un nuevo género en Inglaterra: venganza trágica. El argumento contiene una serie de asesinatos violentos, y además tiene como personaje un fantasma e incluso un personaje que es la personificación de la venganza. En La tragedia española encontramos muchos elementos que se encuentran en Hamlet como la obra dentro de una obra.
Una última fuente clásica que encontramos es la de Clauduis y Nero. Este último se sospechaba que había matado a su padrastro Claudius y después había matado a su madre. Esto aparece mencionado en el fragmento cuando Hamlet se aconseja a él mismo cuando está a punto de atacar su madre que nunca debe dejar que entre el espíritu de Nero en su cuerpo, le atacara con palabras pero nunca con armas.
En conclusión, Shakespeare debió coger elementos de las obras mencionadas, sin embargo, no tenemos evidencia de que y cuanto cogió, pero lo que es seguro es que se basó en la leyenda de Amleth, ahora de que autor lo extrajo no se ha podido determinar de forma segura.
Bibliografía
-Geoffrey Bullough, Narrative and Dramatic Sources of Shakespeare, 8 vols (London: Routledge, 1957-75)
-Thomas Nashe, The Works of Thomas Nashe, ed. by R. B. McKerrow, (Oxford: Blackwell, 1958)
-William Shakespeare, Hamlet, ed. by Ann Thompson and Neil Taylor, The Arden Shakespeare, 3rd Series (London: Thomson Learning, 2006)
-Kenneth Muir, The Sources of Shakespeare’s Plays (London: Methuen, 1977)

jueves, 19 de enero de 2012

Hamlet y El Cine por Luciano Digirolamo



To be or not to be that is the question. ¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase?. Ya sea en su idioma original o en cualquiera de sus adaptaciones, actores como Lawrence Olivier,Mel Gibson, Kenneth Branagh, Jude Law e incluso, por más que parezcainverosímil, Arnold Swarzenegger, aunque éste en modo de sátira cómica ydurante menos de 2 minutos(Last ActionHero. John Mctiernan, 1993).
              Cada adaptación que se ha hecho Hamlet es algo totalmente diferente, incluso de lo que vendría siendo la misma industria cinematográfica. El soliloquio de Hamlet es uno de esos cánones de los cuales se observan una serie de características diferentes. Es cierto que existen más de treinta versiones diferentes de Hamlet, aún así, solo voy a analizar cuatro de ellas para ver como los directores dan su visión particular, desde la versión en blanco y negro, dirigida y protagonizada por Lawrence Olivier, pasando por la de Mel Gibson y Kenneth Branagh, para finalizar por (El Rey León. Rob Minkoff & Roger Allers, 1994). La película de animación producidapor Disney, si bien no es una adaptación directa del libro, su argumento si que está basado en él y así queda enlazada directamente con la historia que ocurre en el reino de Dinamarca, esta vez traspasada a la sabana africana.
Para empezar si que podemos decir que todas las adaptaciones cuentan con algo en común y es la atmósfera hamletiana. Para comprender la esencia del hamletismo, el usuario Juanra publica la siguiente definición(1):
“El hamletismo llegó a poseer un amplio abanico de significados, todos entrelazados, que provienen de una imagen de Hamlet como bien intencionado pero inoperante, lleno de palabras pero incapaz de conseguir nada, adicto a la melancolía y asqueado del mundo que le rodea, un Hamlet que contempla la posibilidad de suicidarse, que habla de la muerte como un dormir, o un Hamlet en el cementerio, calavera en mano, encarándose con la muerte" (R. A. Foakes, Hamlet versus Lear: Cultural Politics and Shakespeare's Art, Cambridge, Cambridge University Press, 1993, págs 19-20; citado en la Guía de Lectura preparada por Clara Calvo para la edición de Ángel-Luis Pujante de Hamlet en Espasa-Austral, pág. 275-276)

La película Hamlet de Lawrence Olivierde 1948, aún cuando el cine era en blanco y negro, es la más melancólica de todas, en ella podemos ver al Hamlet más dolorido y triste. La usuaria Heterodoxa(2) hace un análisis del personaje “Esta primera adaptación representa ya una desviación del Hamlet clásico. Durante el soliloquio protagonista se encuentra al lado de un risco de mar y lo pronuncia en voz alta y en voz en off. El actor se encuentra encarado al abismo y es captado por la cámara desde un plano exterior. Luego otro plano adopta su punto de vista subjetivo. Estos ejercicios visuales son signos puramente cinematográficos, muy diferentes a aquellos teatrales”. Se representa un Hamlet narcisista. La debilidad e indecisión del protagonista es traducido por el director a melancolía. En definitiva el personaje se aleja del Hamlet Shakesperiano dándole una visión más, como se ha dicho antes, melancólica. Si el espectador quiere decantarse por ver alguna adaptación del mito de Hamlet, ésta se vuelva indispensable. Una versión fiel al texto, al entorno y con cierto aire romántico.



Más adelante, en 1990, apareció Hamlet de Franco Zefirelli donde puso a Mel Gibson a representar sus dotes de actor. En esta película podemos ver a un Gibson por encima de la media que se mete bien en el papel de Hamlet, pero lleva su locura hacia el extremo. En mi opinión, en el libro Hamlet se vuelve loco, pero siempre una locura razonable, Gibson raya el término de locura, haciendo que el personaje alcance el nivel de un asesino maniático y paranoico. Ofelia, bien interpretada por Helena Bonham-Carter logra plasmar el traspaso de locura hasta su muerte. Ya no se ve el tono melancólico de la película anterior, es un Hamlet más colérico y que le aterran cada vez más las dudas. Según Heterodoxa (3). El director ha elegido subrayar la reflexión sobre la muerte colocando al personaje en una cripta, en un cementerio. Mediante esta decisión, se le presenta al espectadorla opción de leer el soliloquio desde la visión sobre la muerte. Aunque tambiénse ofrece la posibilidad hermenéutica de la dualidad reflexión-acción, en una cesura más marcadamente existencial.”



En 1996 Kenneth Branagh entregaba su visión del clásico dirigiendo e interpretandoa Hamlet, como hiciera una vez Olivier autoproclamando su carrera de actor reputado. Es la versión más fiel, literalmente, al texto de Shakespeare. Branagh no omite línea alguna del texto así consigue que la versión original dure más de cuatro horas, una duración la cual yo considero demasiado extensa para una película. Un fragmento de la revista “Cult movie: Hamlet, MdC, nº44, NOV 2005(4) la explica de manera breve y concisa:
“(…)rehuye planteamientos más cercanos a la cinta de Laurence Olivier, como el hecho de no recrear la historia en un entorno gris, triste, y lleno de sombras y castillos. El Hamlet de Kenneth Branagh es luminoso, atractivo y repleto de personajes fascinantes que sufren problemas, evidentemente, pero que no se entienden como consecuencia lógica de unos caracteres depresivos. Así, el Hamlet de Branagh está lleno de amplios y luminosos salones por los que se mueven personajes que van engalanados con relucientes trajes y vestidos.(…). El famoso monólogo acerca del to be or not to be, es declamado por Branagh ante un espejo que refleja su figura arrogante y su sufrimiento”
           No obstante, aunque el texto si quees original, hay escenas que no aparecen en el libro, lo que hace cuestionar su fidelidad.


Para finalizar hablaré del Rey León, la cual agrada a niños como a los adultos, quizás, en mi opinión, su éxito se halla en que se basa en una obra clásica que es Hamlet. Y lo clásico no pasa de moda, incluso la han vuelto areestrenar en 3D. La película comparte claramente dos elementos hamletianos. Uno es la aparición del fantasma del rey que le habla a su hijo para que venguesu muerte. Segundo es la escena donde el personaje de Scar sostiene una calavera que hace referencia directa a Hamlet. Simba, que vendría a ser Hamlet, se presenta abatido por la muerte de su padre, dubitativo por tener que vengarle, se le presenta el temor, aunque no la locura, tendrá que tomar sus responsabilidades y subir al trono.

Referencias:

(1)  JUANRA,(2011), En una selvaoscura. Blog de literatura universal.<http://enunaselvaoscura.blogspot.com/2011/01/hamlet-de-la-butaca-del-cine-la-del.html>. Consultado: 03/01/2012 
(2) ,(3)HETERODOXA(2010), Literatura Visual. Inspiraciones y préstamos entre la Literatura y el Cine. <http://literatura-visual.blogspot.com/2010/03/adaptaciones-de-hamlet.html>. Consultado: 03/01/2012
(4) SOUCO PACHECO, J.A.: (NOV 2005) Cult movie: Hamlet, MdC, nº44. http://www.miradas.net/2005/n44/cultmovie.html.

Más bibliografía:

- CARBONELL, R(2011). Escritos sobre cine. Hamlet Moderno. < http://ricardcarbonell.blogspot.es/1321917180/>. Consultado: 03/01/2012
- Tolkiano,P.(2011). Tolkien, pingüinos y otras cosas que se me ocurran <http://elpinguinotolkiano.wordpress.com/2011/12/28/sobre-las-adaptaciones-cinematograficas/>. Consultado: 03/01/2012
- RIVERA, J.(2004) . El Ciclo Sin Fin: una Mirada a El Rey León desde la lectura de la Imagen < http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n40/jleon.html > Consultado: 03/01/2012
- MODENESSI, A.M.(2007): “Hamlet en el cine: breve catálogo de métodos varios para una locura”. Ensayo online. <http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/98_mar_abr_2007/casa_del_tiempo_num98_63_66.pdf>. Consultado: 03/01/2012